La desaparición de corresponsales y el cierre de medios está transformando el periodismo local
Este informe revela que en Ecuador hay menos medios regionales y corresponsalías de los medios nacionales. Esta situación ha obligado a los periodistas a emprender con iniciativas digitales locales para subsistir.
31.07.2025
¿Qué viene después del cierre de un medio en ciudades donde mantenerlos a flote es cada día más difícil debido a la precarización del trabajo periodístico y el crecimiento de la violencia? En casos como el de Durán, tras el cierre de El Ferrodiario, considerado su único medio digital independiente, llegó el silencio. Este espacio en línea, que había construido una comunidad con más de 125.000 seguidores, debió cerrarse luego de repetidas amenazas y agresiones que pusieron en peligro la vida de quienes
formaban parte de su equipo.
En marzo de 2025, en Quinindé, Esmeraldas, un periodista que dirigía su propio medio local recibió una alerta que, al parecer, fue más bien una emboscada. Murió víctima de un acribillamiento en la puerta de una casa de un barrio de ese cantón. Patricio Aguilar era el creador, reportero, fotógrafo, publicista, camarógrafo, editor y el alma de El Libertador, que funcionaba a través de una fanpage de Facebook y que aquel día dejó de funcionar.
Estos dos ejemplos demuestran la realidad del periodismo en distintas zonas del país. Con menor cantidad de medios regionales y con la eliminación de algunas de las corresponsalías de los medios nacionales y su reemplazo por colaboraciones eventuales en lugar de plazas de trabajo fijas, los medios digitales locales han proliferado y los periodistas se han visto obligados a mantener varios empleos para subsistir.
Algunos tienen trabajos estables y esos sueldos sirven para financiar sus proyectos periodísticos. Otros tienen negocios, trabajos en áreas que no son afines a su profesión o laboran en más de un medio de forma eventual, en el mejor de los casos cobrando sus haberes mediante facturas. Otros han incursionado en la comunicación institucional o relaciones públicas para entidades gubernamentales y privadas, bajo modalidades freelance o con contratos estables, a pesar de que su formación y su proyecto de vida anteriormente estaba enfocado en el periodismo.
Esta realidad se da en medio de un entorno especialmente violento. Datos de la Fundación Periodistas Sin Cadenas (FPSC) revelan que solo entre junio de 2021 y diciembre de 2024 se registraron más de 1.031 agresiones en contra de periodistas.
Entre enero y abril de 2025, el reporte llegó a 92. Esas amenazas se convierten en riesgos latentes que pueden derivar en autocensura o silencio. Son muchas las aristas del problema. El informe anual de FPSC, titulado “La violencia y la precariedad laboral ahogaron al gremio periodístico en 2024”, evidencia que los periodistas se enfrentan a dos graves amenazas: la violencia generada por el crimen organizado y la precarización laboral. Ambas han generado gran impacto sobre el periodismo ecuatoriano, incluyendo la afectación directa a los periodistas de distintas ciudades fuera de Quito y Guayaquil. Entre los efectos a escala local están justamente los mencionados en párrafos anteriores: la reducción de las plazas de corresponsales en las provincias y el cierre de medios regionales o locales.
Pero medir la realidad de los medios en las provincias es una tarea compleja. En Ecuador existe desde 2015 el Registro Público de Medios, que es una responsabilidad del Consejo de Comunicación, por mandato de la Ley de Comunicación. Aunque esta es la única base de datos disponible para tener un acercamiento a la cantidad y evolución de los medios de comunicación queexisten en Ecuador, no es un documento completo.
El problema es que los medios se inscriben en el catastro anualmente, pero no existe ninguna consecuencia si no lo hacen, más allá de no poder pautar en instituciones públicas si no tienen
el certificado que emite el Consejo al completar el proceso. De hecho, esta institución admite que el registro es la principal herramienta con información de este tipo, pero no contiene datos
sobre todos los medios que funcionan en el país. Es decir, el catastro no es confiable para hablar de un aumento o reducción de medios.
Por fuera de este registro, no hay otra institución pública que lleve una cuenta de los medios de comunicación en Ecuador. Sobre todo considerando que muchos de los medios locales son páginas de redes sociales, que no tienen una estructura empresarial por detrás y en muchas ocasiones ni siquiera tienen personería jurídica.
Por ello, para la elaboración de este informe, entrevistamos a profundidad a periodistas de Esmeraldas, Sucumbíos, Carchi, Manabí y Tungurahua. A través de esos diálogos, la FPSC verificó las problemáticas de reducción de los corresponsales locales y el cierre o las dificultades de los medios de comunicación regionales y locales. Además, este informe incluye entrevistas con dos expertos y una consulta a una representante de un medio de comunicación tradicional. Finalmente, accedimos a información
documental y estadística que se refleja en el presente informe.
Revisa el informe aquí

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