«Ojalá no me muera antes de cobrar lo que me deben”

Amenazas al oficio

La Fundación Periodistas Sin Cadenas recoge testimonios desde diferentes zonas del país. Este relato corresponde a las dificultades que enfrenta un colega jubilado, afectado por la crisis del diario El Comercio. 

07.10.2025

Tras dedicar 41 años de mi vida como prensista, columnista y editor en el diario El Comercio, me jubilé en enero del 2018. De acuerdo a la ley, me correspondía una indemnización y un monto mensual por mi jubilación patronal. 

Lo primero, recibí completo. Lo segundo, cobré por última vez en septiembre de 2022. Hace tres años. Desde entonces no he vuelto a ver un centavo de lo que por ley me corresponde. 

Lastimosamente, mi situación no es aislada, el diario tiene deudas con cerca de 300 extrabajadores y jubilados. En la espera de justicia, incluso dos compañeros han muerto sin que ellos o sus familias reciban sus pagos.

Para mí, ha sido muy duro afrontarlo. Tengo 70 años y soy diabético. Ya he tenido dos crisis por mi enfermedad que requiere de muchos cuidados que el sistema de salud pública no me puede ofrecer por todos los problemas para sacar citas y atenderse, por lo que debo recurrir a la atención privada.

Sin mi jubilación patronal, no puedo pagar la atención que requiero y eso ha deteriorado mi salud. Nunca imaginé que estaría en esta situación. 

Otros aspectos de mi vida también se han complicado. Con mi pensión, yo aportaba a mi familia y cubría la universidad privada de mi hijo. Al dejar de recibirla, él tuvo que retirarse. 

Si lo más urgente como mi salud o la educación de mi hijo han tenido que esperar, he abandonado los sueños que pensaba alcanzar una vez jubilado. Tenía planificado publicar tres libros que escribí pero, ¿con qué dinero voy a hacerlo si han dejado de pagarme hace tres años? 

El Comercio siempre fue una empresa muy seria y cuando en 2015, los dueños fundadores lo vendieron al empresario Ángel González, pensamos que esa seriedad se mantendría. 

Al inicio, cuando empezaron los primeros incumplimientos de los pagos, los trabajadores y extrabajadores nos reunimos en organizaciones o asociaciones para exigir nuestros derechos pero de a poco fueron dejando de funcionar. Algunos se cansaron, otros cobraron la mitad o menos de la deuda y se retiraron; y así, fuimos dejando de asistir a las reuniones o de organizar plantones.

Entre 2023 y 2024 se han firmado acuerdos de pago con la mediación del Ministerio de Trabajo pero no ha servido de nada. Los pagos siguen sin llegar.

Tras tres años de resistencia y lucha, me siento desengañado, desencantado y agotado porque veo que no hay respuestas. Parece que a nadie le importa que se incumpla la ley y se perjudique a tantos trabajadores; parece que se puede evadir la ley y no hay ninguna consecuencia para quien lo hace.

Por eso indigna y duele que sigan quedando mal con quienes ayudamos a construir y sostener al diario por tantos años. Trato de no desmayar en la lucha y lograr que me paguen lo que me corresponde por ley.

Ojalá pueda lograrlo. Ojalá no me muera antes.  





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Red de Periodismo de Investigación